El caso del artista coreano Moonassi es un ejemplo de algo especialmente raro en el panorama artístico contemporáneo; en una época en la que las nuevas tecnologías y la capacidad de difusión instantánea convierten la actividad del artista en algo frenético y constante, saltando de proyecto en proyecto y trabajando en diferentes soportes con una eterna sensación de prisa por inmediata caducidad, Moonassi plantea un choque frontal con un proyecto que representa absolutamente todo lo contrario. Su obra es un conjunto premeditado, una suerte de diario en dibujos en blanco y negro que va a ir extendiendo a lo largo de su vida, como un rítmo constante. En sus dibujos aparece una especie de búsqueda de la meditación o auto-conocimiento, cargada de una simbología que solo podría proceder de una cultura oriental, de la que la cara inexpresiva deudora de Buda es el máximo exponente.
The case of Korean artist Moonassi is an example of something especially rare in the contemporary art scene; at a time where new technologies and the ability to instantly publish anything pushes every activity of the artist into something frantic and constant, jumping from project to project and working in different media with an eternal sense of hurry, Moonassi works in a project that is quite the opposite. His work is a deliberate composition, a sort of diary drawings in black and white which will go spreading throughout his life as a constant rhythm. In his drawings appears a sort of quest for meditation or self-knowledge, full of symbolism that could only come from an Oriental culture, the expressionless face epitomized by Buddha.
